Afirmación: «Nuestra disposición a cambiar hace milagros en nuestra
vida».
Curarnos significa alcanzar la plenitud. Todos debemos comprender
que se trata de un desafío personal. Hay muchas zonas que necesitan
curarse. A menudo el cuerpo necesita curación, y con la misma frecuencia
también el corazón la necesita. Las emociones pueden curarse, así como
nuestras relaciones y nuestras creencias acerca de nosotros mismos, e
incluso nuestras cuentas bancarias a menudo necesitan sanearse. Alcanzar
la plenitud es una labor de toda la vida. Siempre hay partes de nosotros a
las que no vendría mal una pequeña curación.
El cambio
Todo el tiempo están ocurriendo cambios. Cuando respiramos, por
ejemplo, lo hacemos de forma diferente cada vez. Las estaciones cambian y
también nosotros. Sin embargo, muchos tenemos miedo de «cambiar».
Deseamos cambiar el mundo, pero nos aferramos a nuestras viejas
costumbres, temerosos de dejarnos llevar. Estamos todos en un proceso de
cambio constante, y cuando nos resistimos, rechazamos lo bueno que
intenta penetrar en nuestra vida. Del mismo modo que comemos alimentos,
los digerimos y luego eliminamos sus desechos, también atraemos una
experiencia, pasamos por ella y después nos deshacemos de lo que ya no
nos sirve. Seguidamente disponemos de nuevos alimentos para comer y
nuevos acontecimientos para experimentar.
Cuando deseamos cambiar, lo que verdaderamente estamos
cambiando son nuestras creencias y nuestros pensamientos. Porque a
medida que éstos cambian, cambia nuestra vida. Ahora bien, no debemos
olvidar que en bastantes áreas de nuestra vida las cosas nos van muy bien.
Nuestras creencias acerca de estas cosas son positivas. No necesitamos
cambiar lo que va bien. Buscamos los aspectos con los cuales nos sentimos
incómodos. Sólo hay que cambiar lo que no funciona o que podría funcionar
mejor.
Y repito que no es necesario saber exactamente «cómo» hacer estos
cambios. Lo único que necesitamos es estar «dispuestos» a cambiar. Por
ejemplo, podemos decirnos algo así como: «Esto no me va bien, y estoy
dispuesto a cambiar. Sea lo que fuere lo que tenga que hacer, estoy
dispuesto a hacerlo». O también: «Ahora cambio el enfoque de mi
conciencia, y paso de la enfermedad a la salud, de la amargura a la paz, del
resentimiento al perdón».
Sólo tú sabes qué es lo que quieres cambiar y en qué sentido. Dilo así
en tus afirmaciones, con claridad. Lo único que hacemos es dejar atrás
viejas creencias
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